lunes, 14 de julio de 2008

De vuelta al ruedo (o devuelta, as you like it)




Dice el vulgo que un tropezón no es caída, pero Tía Nequi tiene un esguince de tobillo que te la voglio dire. Así y todo, amigos, me sobrepongo a la circunstancia penosa en la que me encontrara el sábado y sigo, divina como siempre, poniéndole el pechio a las balas. Claro que no es cool gomitarse encima después de caer como una potatoe's bag, ni gritar como una pobre y triste asambleísta de diciembre de 2001: "que se vayan todos, que se vayan todos", mientras tratan de ayudarte para que te levantes y no mueras como Jimmy Hendrix. Pero así fue.
En fin, lo bueno de todo esto es que, a puro agua mineral, te sacás esos kilitos de más y -de yapa- purificás el cutis. Claro, no te podés mover por dos días, pero aprovechá la inmovilidad para mirar la Para ti Colecciones (con toda la data de las mejores liquidettas) o leer a Osho y hacerte un par de Sudokus para dummies o una cura de sueño porque dormís la mona a pata ancha.
Un aparte: aprovecho para contarles que la noche en cuestión del "accidente" en la Fiesta Cupido, AGG brindó un show maravilloso. Bartolo (conmovido hasta las lágrimas e incitando a un pogo como acostumbrara hacer en sus años rocker) y esta tullida pero fiel seguidora del grupo del momento fuimos parte de una hinchada que a viva voz cantó cada uno de los hits que en breve sonarán en las radios más top de B.A. Lástima que hoy no puedo bailar frenéticamente al son de "Cápsula pasión".

martes, 8 de julio de 2008

Ríos de Tinto


Este fin de semana estuvimos bastante chupandines con Bartolette. Será que nos pega el frío, no sé, pero le estamos dando al trago bastante parejito. Él le entra al bourbon, yo al tinto. A mí me gusta tomarme una copita mientras miro el catálogo de Manolo Blahnik, por ejemplo.
De hecho, el domingo por la noche la querídisima MarTeté Paste cenó con nosotros y, en un momento determinado de la comida, Bartolo sostuvo enfáticamente que ella y yo somos dos representantes del sexo femenino que no se amilanan a la hora de la ingesta alcohólica. Ustedes se preguntarán qué diferencia hay entre ese comentario y decirnos lisa y llanamente "borrachas", "curdas"o "catorces". Pues bien, justamente, la diferencia está en que rara vez derrapamos. Sí, chupeteamos de lo lindo, claro que sí. Pero siempre con estilo. Y tomamos vinos buenos (que no quiere decir caros), de una bodega que nos dé confianza*.
Aquí va para ustedes una mini-lista, con precios aproximados, para que puedan quedar regio en la próxima reunión social que tengan:

- Tierra del Fuego, de Bodegas Lurton ($ 10 aprox.)
- Atilio Avena Malbec ($ 15 aprox.)
- Familia Gascón Cabernet ($23 aprox.)
- Alamos Bonarda ($33 aprox.)
- Cavas de Weinert Malbec ($45 aprox.)

*Agradezco a mi amiga Marina Beltrame y a su programa Notas de Cata por toda esta invalorable información.